miércoles, 18 de septiembre de 2013

En la firma de los convenios con la UMSNH, a nombre de RECMAC


Constituidos como asociación civil en septiembre del año 2000, somos herederos de la tradición minera de la región de Tlalpujahua y El Oro. Como Museo Tecnológico Minero del Siglo xix, somos un museo educativo, abocado a nuestra comunidad. Dos son nuestros mayores intereses: la educación y el papel de los trabajadores mineros en la historia. Para nosotros es importante recobrar su esfuerzo y analizar nuestro pasado con una visión crítica.
El Museo Tecnológico Minero es el museo de sitio de la antigua mina de Las Dos Estrellas, idea concebida por el artista plástico Gustavo Bernal Navarro (1936-2013). Restaurados sus siete talleres y oficinas, fue fundado en marzo de 1999. La primera museografía fue suya y su mano –la de un artista inigualable– hizo del museo una escultura. Lo que antes fueron ruinas, que ningún gobierno volteó a ver después de 1986, se convirtió en un proyecto cultural desde 1999, ademado sin fines de lucro y sin otra pretensión que homenajear a los miles de trabajadores sencillos que dieron merecida fama a los municipios de Tlalpujahua y El Oro. En catorce años más de 345 mil visitantes han entrado gratuitamente a este museo asociado al Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial (cmcpi) y a la Red Michoacana de Cine Comunitario (rmcc).
Antes de levantar ahí el museo que hoy es ejemplo a seguir, el saqueo al patrimonio no cesó. Los documentos, fotografías y objetos que exhibe y resguarda no se encontraban en las instalaciones abandonadas. Fueron donados por la gente la mayoría de las veces, en comodato en algunos casos, o adquiridos por la asociación para rescatar la historia de nuestra región. Toda la información dispersa fue recabada por el director fundador a lo largo de diez años y quedó plasmada en su ya imprescindible libro Notas y apuntes para la historia de la Mina Las Dos Estrellas (1899-1960), publicado en marzo de 2012. El archivo que ahora tiene el Museo se lo debemos a Bernal y no podríamos restarle ningún mérito.
Estamos convencidos que la ciencia, la cultura, el arte, la tecnología y la poesía son una aspiración social que nos libera. Compartimos con la universidad el ideal de una sociedad equitativa que se enaltecerá con el impulso del conocimiento. Estos son los pilares de nuestro Museo: la educación y la independencia. Apegarnos a ellos es también una forma de rescate. No nos vemos como un punto turístico en el mapa, sino como una vía para el estudio de la naturaleza y la identidad regional, el pensamiento universitario, la investigación científica, la arqueología industrial, la tecnología minera, la difusión cultural y la defensa de nuestra historia. Estamos empeñados en acrecentar la salvaguarda del patrimonio industrial, arquitectónico, ecológico y artístico del antiguo distrito minero de Tlalpujahua y El Oro, un legado que ha sido parcialmente rescatado, conservado y protegido. La encomienda es ineludible para nosotros.
La celebración de estos convenios nos alienta, al igual que las pequeñas aportaciones, no solamente en donativos, sino en un enriquecedor diálogo que hemos recibido de nuestros miles de visitantes. Conservar viva nuestra historia es nuestro trabajo: Acá, donde otros expoliaron riquezas, nosotros sembramos cultura, es nuestro lema, y eso es lo que hacemos como asociación civil. La ética, la honestidad y la academia son un interés común con la Universidad Michoacana, y hoy, al signar estos convenios, estamos seguros que se fortalecerán con el trabajo conjunto. Nuestro agradecimiento a quienes lo han hecho posible: el rector, Salvador Jara Guerrero, y los directores de las facultades de Arquitectura, Joaquín López Tinajero; Biología, Fernando Villaseñor Gómez; Historia, Oriel Gómez Mendoza; y del Instituto de Investigaciones Metalúrgicas, Carlos Alberto León Patiño. Muchas gracias.

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